La controversia del "Motor de agua"

Si, no son leyendas de las que nos cuentan nuestros abuelos, una vez se inventó el motor de agua, y cuando digo "motor de agua", me refiero a un motor que funcionaba con agua y que podía impulsar una motocicleta o un automóvil. El inventor de este motor fue Arturo Estevez Varela, natural de Extremadura, quien a principios de los años 70 logró lo inesperado, causando un gran revuelo en la sociedad española y una repercusión en casi todo el mundo.

En boca del inventor salían estas palabras: "mi patente, la licencia para España la cedo al Estado para beneficio de todos los españoles"

El osado inventor se fue a una céntrica plaza de la ciudad de Sevilla, tomó un botijo lleno de agua, bebió de él, le dio de beber a un niño y posteriormente vació el agua de este botijo en el deposito del que era su invento, el cual lo tenia instalado en un ciclomotor, después se puso a dar vueltas alrededor de una fuente hasta que aproximadamente dos horas después, el ciclomotor se paró, debido a que había consumido todo el agua del deposito. Una vez terminada su exhibición, Arturo acercó su nariz al tubo de escape, respiró y gritó: -oxígeno!-

El invento se fundamentaba en descomponer el agua en sus elementos, oxígeno e hidrogeno, para ello utilizaba un ingrediente secreto que añadía a dicha mezcla para descomponer sus elementos y utilizar el hidrogeno que era lo que verdaderamente hacía funcionar el motor.

El régimen de Franco se interesó en el invento y ordenó al colegio de ingenieros que realizaran un informe técnico sobre el tema para aprobar o no dicho invento. El informe resultó ser negativo y el mismísimo caudillo mandó el no volver a mencionar más el invento porque seríamos el hazmerreír del mundo y según palabras textuales "ya se había hecho bastante el ridículo". El misterio surge ahora, ¿por qué no se aprobó dicho informe? Se decía en la época que el ingrediente secreto era Boro, y este elemento tenia un gran problema, su elevado precio.

Pero este no era el problema según su inventor, ya que en repetidas ocasiones dijo que el combustible necesario para su motor vendría a costar 10 pesetas el litro, lo cual no concuerda con lo mencionado con el Boro.

Después de fallecer en el anonimato, Arturo Estévez Varela ha vuelto a adquirir el renombre que tuvo tres décadas atrás, a raíz del reportaje publicado por el diario "HOY" en el número del pasado 16 de octubre donde se daba cuenta de que su invento, que tanto interés despertó en su momento, era actualmente objeto de investigación por la Universidad de Minnesota y el Instituto de Ciencia Weizmann, en Israel, según la revista NewScientist.

Después de las últimas informaciones, lo que fue en su época un acoso y derribo al motor de agua, hoy podría convertirse en una realidad, aunque desde mi punto de vista pienso que nunca saldrá adelante...al igual que en los años 70 aparecieron las manos que manejan los hilos, en esta ocasión volverán a aparecer, y es que este invento arruinaría a muchos poderosos...